Y las lágrimas caían sobre sus mejillas, como lo hace el agua de un río al encontrarse con una catarata. Y así es como se desmoronó todo su mundo en menos de un segundo. Y así, es como descubrió lo duro que es aferrarse a un sueño y que el sueño de la nada se desvanezca. Y así, ha caído hasta el fondo donde nadie quisiera estar, envuelta en lágrimas y esperando que alguien la rescate, pero ya no vendrá nadie, ya no.
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